A partir de los 7 años los niños ya pueden iniciarse en el senderismo, un deporte que aúna el ejercicio físico con el disfrute por la naturaleza. Una actividad relajante que tonifica los músculos, aumenta la capacidad pulmonar y mejora la concentración.
Aunque muchos confunden el senderismo con el montañismo o el trekking, que son vertientes más duras y que requieren más preparación y tiempo para practicarlo, hacer senderismo no supone dar largas caminatas o realizar grandes esfuerzos, simplemente hay que tener ganas de caminar y de disfrutar.
Se trata de una actividad física con un lado muy divertido que puede enganchar a los niños y con la que podrán disfrutar a la vez que hacen ejercicio.
Para iniciarse es recomendable tomárselo con tranquilidad y no comenzar con largos recorridos. Al principio se puede empezar por caminar por un parque de la ciudad. Se puede hacer un recorrido a lo largo de los jardines del río, para poco a poco ir aumentado distancia y tiempo.
Al principio es bueno hacer paradas frecuentes, aprovechar para hidratarse bebiendo líquido o tomando frutos secos que les aportarán energía.
Es muy importante asegurarse de llevar ropa y zapato cómodo, sobre todo el calzado, ya que uno inadecuado puede arruinar el paseo.